martes, 28 de diciembre de 2010

¡¡¡Feliz Navidad!!!!

Navidad invita a la solidaridad, aun más, con la cantidad de desastres naturales actuales. En un capítulo de la serie “los años maravillosos” el protagonista Kevin Arnold se hizo amigo, como era de costumbre, de alguien que no debería: un mendigo exdrogadicto. Kevin se encontró con las carencias de la clase desposeída de su ciudad, así es que intento ayudar pero su familia se opuso y además prohibió su amistad con el tipo que era peligroso. En la época de navidad estadounidense la temperatura es normalmente bajo cero; a los mendigos los llevaron a albergues con calefacción pero algunos no alcanzaron y el amigo de Kevin en un acto de filantropía le cedió su puesto a una mujer y sus tres hijos también desposeídos, luego regresó a su lugar habitual donde murió de frio. Kevin en un acto de desesperación buscó a su amigo pero llegó con su familia minutos después de haber fallecido el hombre. La última escena es ejemplo para esta época: Kevin ve desde su ventana como la familia ahora si se encuentra regalando ropa y cosas a los desposeídos de su ciudad, cuando ya para que, su amigo está muerto.

Mi mensaje de navidad para que ayuden y demuestren amor por el otro, EN EL PRESENTE, no valdrán lágrimas después. Feliz navidad a todos.

Alejandro Guzmán

domingo, 19 de diciembre de 2010

¡Hey te estás muriendo de sed!

Es sabido por todos lo importante que es el agua para el planeta, para la vida y toda la parafernalia del caso, pero no somos consientes del rol fundamental que cumple en nuestras vidas. Y es que consumir agua tiene tantos beneficios, normaliza la temperatura, lubrica las articulaciones, minimiza los rastros de la edad, mantiene el tono saludable de la piel, mejora la función cerebral, los procesos mentales y el raciocinio,  ayuda al sueño descansado, estabiliza todas las funciones corporales como la digestión la circulación y la respiración y en especial para buena información de algunos suprime el apetito de manera natural  ayuda a bajar de peso.
Pues bien te tengo noticias, tu cuerpo necesita agua, en ocasiones cuando presentas dolores, enfermedades y desordenes puede significar que te estás muriendo de sed, tu cuerpo se está muriendo de sed y tú no te das ni cuenta, es la única forma de tu cuerpo de informarte de que tienes sed, la próxima vez que tengas dolores de cabeza o una gripa aparecida de la nada intenta tomar agua es muy probable que te mejores.

Habrás escuchado alguna vez que debemos tomar ocho vasos de agua al día para gozar de sus beneficios, pues bien, no es cierto, ya se ha dicho y repetido que cada organismo es único, si tienes el consumo óptimo de agua tendrás los mejores beneficios, si te pasa y tomas agua como loco puede ser contraproducente, sigue estas pautas para encontrar la cantidad suficiente de agua que necesitas: Toma tu peso, lo más exacto que puedas, esa cantidad conviértela en onzas (una onza son 28 gramos y 454 gramos son una libra, simplemente convierte tu peso a libras dividiendo entre 0.454) la mitad de esa cantidad es lo que debes beber, puede que  parezca mucho y créeme, vas a estar yendo al baño constante mente, pero cada que lo hagas liberaras toxinas, desechos y grasas que tu cuerpo no necesita.



Así que bebe agua, en lo posible fría, este puede ser el gran secreto para mantenerte saludable y delgado, inclúyelo en tu rutina y verás excelentes resultados.

María del Mar

sólo dame un título

Mirando la ciudad se da uno cuenta que las luces pueden enceguecer hasta hacer caer a los hombres en una especie de hipnotismo zombi que se multiplica y se acentúa con el paso de los años. Un niño es dinámico, tiene vitalidad, es cordial; un adolescente parece empezar a llenarse de tristezas y melancolías: vitalidad de los adultos.

Las frustraciones se mueven entre las regiones oscuras de las vitalidades, los temores, las caídas en lo absurdo. Se mueven y crecen como organismos vivos que se multiplican entre los cuerpos como un virus o como una bacteria que se reproduce. De a pocos se generan odios, rencores, latencias, necesidades, venganzas, amores y desamores. De a pocos nacen los asesinos.

Y entres los asesinados se mueven los asesinos, y entre los asesinos se mueven los asesinados. En la ciudad, en la gran ciudad, en cada esquina puede haber un asesino, un alguien buscando satisfacer o satisfacerse. Entre las luces camina la oscuridad que se desliza cual serpiente hablando en lenguajes viperinos, lenguajes que pocos escuchan, conocen y comprenden. En cambio, se escuchan susurros suaves y estruendosos que se entremezclan entre las sombras. El susurro parece ser el lenguaje de lo oculto.

Entre las luces se mueven las sombras.

Felipe Vargas Molina

sábado, 11 de diciembre de 2010

Ojo por Ojo en el siglo XXI



Déjese llevar un momento por el siguiente supuesto: es usted una de las personas más importantes del barrio o la comuna, tal vez la más importante. Rodeado de tantas personas y con intereses plurales se ve usted en la obligación de iniciar un registro, detallando cada uno de sus contactos y teniendo en cuenta características tanto de la vida privada como de la vida pública. El registro lo sistematiza en su computador personal con restricciones en el acceso. La información que va obteniendo la va depositando en el archivo creado y se hace cada vez más grande y con datos más y más delicados por la privacidad y subjetividad con la que analiza usted esa información. Finalmente, un hacker entra en su sistema roba la información y para colmo de males, la publica poco a poco en el diario principal de su barrio o comuna.

Con este ejemplo puede ejemplificarse en una escala pequeña el daño sufrido por Estados Unidos, pero sobre todo, el daño sufrido por las fuentes de la información obtenida y que fueron publicadas en Wikileaks; se da la oportunidad de dos debates, ninguno de los dos de carácter objetivo claro está: llevados por los intereses políticos sectarios, pueden sus simpatizantes  reivindicar el derecho a la privacidad de la información y condenar la actuación criminal del hacker, o pueden sus detractores aprovechar para deslegitimar la forma de conseguir la información y además los contenidos.



De una u otra manera, usted habría quedado muy mal ante su comunidad por la publicidad de la información de carácter privada y delicada, y sus fuentes, puesto que estarían enfrentadas al escarnio público como traidoras siendo lo menos.

Pero el debate constitucional es el derecho a la información. Es allí donde fracasa el sistema constitucional moderno. Si tomáramos los derechos en serio, los documentos no abrían tenido porque salir a la luz pública dada su obtención de forma ilícita, y además los ciudadanos abríamos estimado mejor no leer esa información y menos darle el crédito que merece. Se trata de condenar la obtención de fines por medios ilegales o deslegitimados. Pero el morbo y el oportunismo son más fuertes que las razones jurídicas y morales del sistema.

Por supuesto no falta el que justifica la actuación del hacker afirmando que USA ha hecho precisamente lo mismo. Ojo por Ojo.

Que más da, el daño ya está hecho, no solo a USA, los aliados y las fuentes; nuevamente se deja a la luz pública la hipocresía del sistema de Estado de Derecho occidental, no priman los derechos, priman “intereses”

Alejandro Guzmán Rendó

Miscelanea de humanos

Caminaba sobre el andén. Tropecé. Al caer me di cuenta que no era césped, hojas de árboles o tierra los que soportaron mi caída. Caí en cemento, frío, gris, muerto, decadente, modernizante. Caí en cemento, la caída me trajo al lugar de las horas antiguas, caballos, pantano, madera de buen olor, letreros de cedro... caí al suelo, la caída me llevó al lugar de las fábricas de humos hirvientes, de hombres sudorosos y miradas completamente vacías en manos sin rostros, en pies sin zapatos, en frentes cansadas. Caí al piso, la caída me dio un susurro en las células de plástico de las teclas del computador, en las células de plástico de mi pantalla de televisión, de la silla, de las miradas plásticas de las personas de este siglo.

Me levanté, miré alrededor, no vi nada que no conociera antes, no vi nada desconocido, no vi nada que no hubiera pasado por mi percepción o por mis sentidos y pensé ¡qué mierda! Es mejor sentir, es mejor dejarse llevar, es mejor dejar de ser como es el hombre de mirada de plástico o de sudor cansado en la frente, o de las calles que huelen a madera de cedro. Me levanté del frío, gris, muerto y decadente para descubrir que Diógenes no estaba errado. Buscaré hombres con una lámpara de parafina, encontraré hombres con una lámpara de parafina, hombres sencillos, tranquilos, alegres, humanos, encontraré hombres que sientan. Me encontré hombres de minutos, de histerias, de estrés, de caídas en lo absurdo, amantes del cemento y del acero. Me caí de nuevo. Descubrí que la caída no fue en vano. Preferí tirarme al suelo y sentir el frío, gris y decadente para intentar entender el mundo de los otros.

Poco a poco recordé que también escribo en una computadora, viajo en automóvil, uso energía eléctrica, veo televisión, uso horno microondas, camino con zapatos de material artificial, sonrío sin ganas, miro con desidia, ignoro a los hombres que visitan las calles y sólo las calles porque quisieron evadir la sociedad. Renuncié. Buscaré a Diógenes Laercio para decirle que sólo soy un hombre en mis fantasías.

Felipe Vargas Molina
cancerbero